4.10.08

VOLVIERON LAS CONTRARIEADADES COTIDIANAS! (OCHO, NO MÁS NÚMEROS ROMANOS)


De paseo a la plaza

Papi se fue a tocar electrotango, cargando, por fin, el bendito y valuado contrabajo en el baúl del auto con asientos rebatibles. Tempranito porque es lejos. Mami, antes de apuntar a la acogedora, seductora y llamativa cama para hacer la siesta, se le ocurrió invitar a los niños a la plaza. Allá fuimos y vinimos con una cosecha de ... contrariedades...
  • Tuve que rebatir los asientos también para que entren las dos bicis y amuchar los niños entre ellas.
  • Preparé canasto primorosamente con mantelito a cuadros, cereales, galletitas, coca zero y mate. Disco de playa y libro.
  • Antes de partir niño dice (grita, vale?) quiero que mi bici entre primero. Papi, que no ve las horas que el auto de vuelta en la esquina y prepararse para su propia partida, trata de convencerlo: Si tu bici entra segunda después baja primera!... Niño convencido y grita: primero para subir al auto!
  • Todos, o sea los tres, en el auto. Niña se baja: se olvidó la cartera ¿? Demora, niño se queja.
  • Llegamos, bajamos las bicicletas. Y digo: damos cuatro vueltas a la plaza, mamá camina, ustedes me siguen, dale? Camino, me pasan, juegan carreritas, me pasan otra vez, cambian de rumbo, se juntan en el centro, se chocan, y yo no había dado dos vueltas aún. Reclaman: estamos cansados y tenemos sed.
  • A buscar el canasto y acampar. Sol tibio, sombra fría. Me acomodo a medias. Sirvo la gaseosa y me preparo el mate. Queremos jugar al disco, me dicen. Jueguen, les digo. No, con vos. Bueno, después. No, ahora. Hasta que mamá no termina estas páginas no se mueve. Y no se mueve, eh?
  • Llega el del carrito de pororó y copitos de azúcar. Piden ambas cosas y luego dudan y piden churros. Me niego y doblego la apuesta: o eso o pelis en el video más luego. Se inclinan por las pelis, pero piden la merienda.
  • Niña saca del canasto de la bicicleta una soga. Saltemos, propone. Nos toca mover a niño y a mí, ella casi nunca pierde, cuando pierde salta él y pierde al toque y se enoja. Se me ocurre otro juego aprovechando la piola: los indios y los vaqueros y yo los ato al árbol y después vemos...
  • Artistas callejeros a la vista. Ayyyy... empiezan a revolotear los niños y ellos se acomodan en la platea, o sea, bien en frente a Vainilla y Chocolate. Previsible pero de todos modos, los niños se prenden y ríen. Mientras, busco en la mochila el pago para cuando pasen la gorra de Chocolate.
  • Baja el sol y llega la hora del video. Nos vamos despidiendo de la Plaza y ellos se provocan: juguemos carrerita hasta el auto! El otro responde no, no juego. Al instante se arrepiente, ventajea y sale corriendo hasta el coche. Así, hasta la próxima parada: el video club. Luego a casa. ¡A bañarse! ¡Yo primero! Etcétera.

6 comentarios:

Marcela y Sergio dijo...

Esta cosecha de contrariedades son totalmente disfrutables, más allá del momento en el cual uno se pregunta porqué se me ocurrió proponer esto??
Una tarde con casi la totalidad de la familia no es poco....
Saludos Nosotros

Anónimo dijo...

JUAAAAAAAA MUY PARECIDA A MI TARDE DE PLAZA Y SOL...Y ESO QUE SE AMAN...HERMANOS...
AVECES DIGO...PERO PARA QUE SALI DE CASA ??? IGUAL SIEMPRE ME GUSTA SALIR AL AIRTE LIBRE CON ELLOS

Rossana Vanadía dijo...

Marce, Sergio, si por ahí uno se ve de afuera y se reíe del propio yo...
Marce, y si te quedaste decís... pa qué me quedé?

Verónica Tirados dijo...

Me veo a mi en esa situación!!!
Como siempre tus relatos desbordan realidad...Por lo menos así nos podemos reir de estas situaciones que en vivo y en directo nos superan...

Besos.
(Y gracias, porque a través de tu blog me reencontré con mi amiga Paula del secundario!!!!)

Vero

Rossana Vanadía dijo...

Vero, la humanidad y la maternidad nos sorepasan. Pordió, que Paula es? Besos. Y preparate para el cumple del niño a bailar punchi punchi!

Adriana dijo...

Ami me pasa siempre ..que yo subo primero que yo en el medio, que mi mochila que no me quiero bajar que me tiró el pelo que ufa, que tengo hambre te admiro la paciencia yo delego lo de la plaza ,la niñera lleva las mellis allí yo prefiero disfrutarlas en casa haciendo cosas más tranquilas.Besotes tu prima Adriana