6.11.08

IMPECABLES

No sé si vos serás de esas personas impecables, que se levantan con bata y pantuflas, que el pelo no se les eriza o el rimmel no se les corre. Yo, definitivamente, no. No me sale, no nací así o me volví asá. Trato de guardar ciertas composturas pero las batas me dan calor, las pantuflas se me pierden y si me acuesto con el pelo húmedo al otro día parece que dormí enchufada a 220.
En el post parto de Azul tenía una panza que parecía que me habían dejado otra beba adentro. Me advirtieron: no hablés y hablé para el campeonato. Me dijeron parate pronto después de la cesárea, me hice la idiota y me paré cuando se habían ido las visitas y quedamos solos con una amiga.
Aproveché a ponerme de pié y me dolió y picó todo lo que antes nunca me había dolido ni picado. Tenía los pechos como globos terráqueos, mucho calor y toda la emoción del mundo. La enfermera me dice: tiene que eliminar gases. Mi amiga, muy suelta me animaba: vení, vamos a tirarnos pedos. Fuimos a caminar a los pasillos y se los tiraba ella, ¡que pícara! La sala de espera repleta de día, era un desierto a la noche. Ahí con la loca y mi marido, nos cagábamos de risa y entre las dos empezamos a sacarle datos a una rubia de post parto que, supongo, había salido también a eliminar aires molestos. La piba había parido el mismo día y juro por su aspecto que existen las mujeres onda Valeria Mazza saliendo de la clínica con un rubiecito en brazos. Impecable.
Al otro día nos dan el alta. Salí con la misma ropa que entré porque seguía hinchada y dolorida más el bolso, mi pequeñita, miles de bolsitas de supermercado con pelotudeces varias. Y salió ella, che: estupenda, con un moisés de tela haciendo juego con el bolso, la vincha y la camisa. Un ramo de flores y un peluche celeste. Nosotros nos miramos con el flaco y nos reímos cómplices. No nos sale ser así porque no somos así. O al revés.
Pasan los años y las circunstancias me llevan al mismo sitio que esta mujer: la puerta del jardín de infantes. Nacidos bajo el mismo signo, en barrios cercanos, nuestros niñitos compartieron sala. Allí llegamos el primer día: de una mano mi niña y el cochecito con el bebuchón nacido unos meses antes. La mochila bordada por mí y las dos colitas de la nena con la raya chueca. Cuando la vi a esta Valeria me di cuenta al instante que era ella. Había perdido todos los kilos (y más) y ni se gastó en saludarme. Pero me pareció tan loco que los niños hubieran compartido ese instante, ese espacio físico cuando llegaron a este mundo y nosotras tan distintas. O no, que se yo. La vida nos alcanza.

7 comentarios:

Araña Patagonica dijo...

Increible!

a mi tampoco me sale ser cool..

lo mismo que vos entre y sali con la misma ropa, pintura corrida y el pelo un desastre.. y un embarazo ficticio de 4 meses.. ajaajaj Y GASES!!! todos los que te puedas imaginar al margen de no haber tenido cesarea.

Anónimo dijo...

Te voy a contar algo. Tenía una compañera de laburo que era una enfermita de estar siempre prolijita. Date una idea. La mina se levantaba una hora antes, asi se peinaba y se maquillaba y cuando su marido se desperteba la veía siempre linda y prolija. Asi vivia todo el tiempo. Enferma de estar flaca, cuidarse y matarse en el gimnasio. Contaba cada cosa, que yo a veces, no sabía si reirme o decirle: te doy mi pesame. Hasta que un día contó que esto lo hacía porque su marido asi se lo pedía. Cuac. Me cerró todo.

Yo intento estar arreglada pintada y prolija, pero no me sale! ja.

Rossana Vanadía dijo...

Nadie, será ser o no ser cool¿
Cyn. Mucha presión, no? Pero es como te puedo decir... soy prolija pero siempre algo se me chinga.

Adrian Pegaso dijo...

A ver... reconozco que me gusta producirme pero no en todas las ocasiones...

Soy de los que andan en "patas" por su casa... y si puedo, sin ropa tambien...

Al trabajo voy tranqui, jean, remera, buzo o pullover segun la ocasion... pero mas que nada casual.

Barbudo... siempre... no porque me guste (aunque me dicen que me queda bien) sino porque me da fiaca afeitarme y lo hago una vez por semana... (o cada dos cuando la paja es extrema)

Pero si... tengo en mi agenda gente que conozco que huele a perfume todo el dia aun habiendo salido de transpirar en la cinta del gym.

Bexos
Ad

Verónica Tirados dijo...

No sé, yo en estados puerperales tan tempranos nunca pude mirar tanto la prolijidad extrema que describis (en otros tampoco jaja)..no me daban ni las ganas, ni el tiempo...

Y esto del encuentro...genera sensaciones raras no? yo cuando hacía el preparto del mayor conocí una chica que esperaba cerca de mi fecha. Cuando me internan por tensión alta la encuentro internada a punto de parir en el mismo lugar que yo.
Cuando Eze arrancó sala de cuatro en la escuela la encontré..y siguen siendo compañeros ( ya de
5º grado) Las famosas vueltas de la vida...

Besos.
Vero

Laureana dijo...

Ay qué lindo post, de esos que hermanan, que solidarizan, que te hacen sentir acompañada!! Definitivamente lo mío no es la elegancia, y en épocas posparto ni te cuento, en las fotos se ven los chicos recién nacidos y mis manos, o la teta para confirmar mi presencia, pero la cara y los pelos nooooo!

Anónimo dijo...

brillante ross!!!