31.12.08

QUICHICIENTOS

DÚO DINÁMICO
YO APORTÉ DOS, MI PRIMA CINCO

AMBAS
No hay nada como despedir el año rodeada de niños que entran y salen de la Pelopincho, te salpican, piden coca y galletitas. Tampoco no hay nada mejor que compartir una tarde con tu prima, sí TU PRIMA, la elegida, y charlar de todísimas las cosas, salteaditas y enredadas mientras resolvés conflictos, tomás la fiebre, le atinás por ahí a un mate tibio y mandás mensajes por el telefonito. Estoy de cama pero feliz. Que linda forma de terminar el año. Los quiero y me gustaría tenerlos más cerca. Mi prima, mi amiga, mi compañera de aventuras, nuestras madres, nuestras vidas.
Brindo por eso y por los vínculos afectivos de sangre y los elegidos.
Buen año a todos mis elegidos. Por este espacio pasan muchos.

29.12.08

ME VUELVE CADA DÍA MÁS LOCA

Él es muy higiénico se lava las manos y se seca en el perro salchicha.
También es super generoso, le sugerimos regalar juguetes porque tiene demasiados y nos trae porquerías sin brazos ni piernas o que no se pueden identificar.
También, predigo, será un padre imaginativo: agarra uno de los cachorros, su hijo según él, y lo hace volar como Superman o actuar como un títere.
También es super extra archi naturista: anda en pelotas todo el santo día porque el calzoncillo le da calor, dice.
Nos hace reír haciendo caras, no tiene problemas para dormir ni para comer (siempre que sea a cualquier hora), es delgadísimo y pregunta porqué unos chicos le dijeron cabezón mientras mira como se proyecta su sombra como un alfiler gigante.
Además, no quiere que le diga más Oso (y a mí me encanta...) porque dice que ya es "grande".
Él tiene 5 y es tan pero tan él.

26.12.08

PROMESAS

No pienso hacer ninguna promesa para el año que viene. Porque al momento de pronunciarla sé que no la voy a cumplir. Ni dietas, ni gimnasio, ni no pelearme ni deprimirme.
Tampoco volverme vegetariana del todo ni budista ni leer un libro por semana o ver una peli día por medio.
No pienso dejar de comer harinas ni helados ni cortarme el pelo ni ahorrar un determinado monto por mes. No programo cambiarme de casa ni comprar un terreno ni cambiar el auto.
Sólo digo: haré como me salgan las cosas, así como vengan (de este modo, espero que el resto se presente y fluya porque sigo siendo pretenciosa)
Tampoco tengo ganas de despedirme ya de mis bloggers amigos porque capaz que dentro de un rato escribo de nuevo.

24.12.08

EL ELOY

A todas las mamás nos pasa que hemos tenido amigas que comenzaron a parir antes que nosotras y en ese momento se produjo un click crash pump que sacudió la amistad yforzosamente pasó de las cervezas a las mamaderas. Luego los tantos vuelven a removerse y hay fluctuaciones entre partos, cumpleaños, etcétera, hasta llegar a los egresos. La cuestión es una querida amiga estaba en sus primeras etapas maternales que poco compatibilizaban con el bullicio y el alcohol(asunto que entendí luego) y pidió pista enseguida cuando llegó a mi cumple con su marido y un tercero en discordia. Semejante prólogo para llegar al Eloy. Ese Ser que vi una sola vez en mi vida y fue suficiente, más que suficiente. Esta amiga cayó a un cumple míó cuando recién había parido, venía también su marido y, de souvenir, un solterito y sin apuros, se sequiso quedar. Venía de Buenos Aires a pasar sus vacaciones y creía merecer una buena bienvenida. Dale, quedate, le dije despreocupada. Después te explicamos como volver (a la otra punta de la ciudad). La historia es que cuando le explicamos no tenía ningún sentido alerta y no quedó remedio alguno que invitarlo a quedarse hasta que amaneciera y se le pasara la borrachera. El Eloy estaría mamado pero aún en short y ojotas, su don seductor era lo último que se negaba a perder. En la cocina trataba de convencerme a mí mientras preparaba unos panchos, en el living la perseguía a una amiga para besarla. El tipo pensó: yo tiro la línea, si pica, pica. No se imaginan el tamaño de los ojos del huésped cuando se enteró que a la hora de hacer noni, yo dormiría en una cama doble con mi amiga, no había forma de convencerlo de que saliera del cuarto y sus alrededores y apartara los ratones del tamaño de unos elefantes que había hecho aparecer. Otro amigo, solidario y en su sano juicio, se arremangó y dijo: yo también me quedo a dormir, pero en un lugarcito y contra la pared, se arriesgó. O sea, tuvimos nuestro ángel guardián que se entregó a morfeo solamente con un ojo abierto. Al otro día, el Eloy no se acordaba quién cumplió años, que hacía durmiendo en un living tan lejos de su casa y menos que menos las indicaciones para volver a lo de sus amigos pero no tuvo más remedio que subirse a un colectivo y entregarse a su buena suerte. Más tarde recuerdo que vimos Los Puentes de Madison con mis dos compinches protectores y comimos algo de lo que sobró, pero cada vez que vemos un borracho desorientado y que le da por los mimos, la memoria emotiva nos trae al Eloy como un cascotazo aunque nunca más supimos de su destino.

20.12.08

A MEDIANOCHE EL SOL RELUMBRÓ

Tenía 5, 6 o 7 años y no le escribía las cartitas a Papá Noel sino al Niñito Dios. Armábamos un pesebre gigante (para mí en ese momento) en el lugar del hogar a leña en el que nunca se encendió un leño. A veces le hacíamos un cielo de celofán al fondo, un cometa en papel brillante y el pesebre de yeso con un San José que había recuperado la cabeza a fuerza de poxipol gris. El establo tenía hasta espejo convertido en un lago donde nadaban unos patitos o cisnes inexplicablemente si esto era Jerusalén, pero era un oasis, ahora entiendo. Había un sólo camello e ingenuamente me preguntaba como se las arreglaban los Reyes Magos.
Sabía cantar "changos y chinitas duermansé" ... y tenía el simple del Topo Gigio desentonando ese villancico.
El árbol demandaba un 8 de diciembre completo y se desenvolvía con cuidado. No tenía base, buscábamos un tacho, lo forrábamos con papel navideño y le mandábamos arena y piedras para enterrar el pino que tenía una especie de plumas verdes y que todos los diciembres perdía un buen puñado. Cada adorno estaba envuelto en papel de diario, eran frágiles como una bombita de luz y para matizarlo con algo artesanal, pegábamos brillantinas sobre los jugos de naranjita pindapoy que eran una delicia. Luego venía la lluvia de nieve de algodón y de unas tiras doradas, restos de los bordes de los papeles con que mi tía imprimía marcas en las plantillas de los zapatos.
Las cenas o asados eran una puerta abierta a parientes y vecinos, chin chin, cuetes, estrellitas, rompeportones y bengalas. Ilusiones y estrellas más brillantes que nunca que se adivinaban entre las hojas de parra del patio.
A la medianoche brindábamos y luego nos abrazábamos y llorábamos. Bah, yo no entendía muy bien porqué me abrazaban tan fuerte y lloraban (¿sería por el precio del regalo?) pero ahora lloro, me abrazo a mi familia y deposito lágrimas sobre mis recuerdos y ausencias y también por el precio de los regalos.
Después de 12, mientras algún mayor nos invitaba a ver el paso del cometa, volvíamos y al pié del arbolito estaban los regalos para todos y el living se llenaba de papeles arrugados y sorpresas.
Restos de sidra y clericó sobre la mesa, los vecinos se cruzaban, la calle se inmortalizaba en besos y buenos deseos.
Nos sacábamos fotos con la Kodak Fiesta hasta que se nos agotaban los cubos del flash. Nos poníamos calzones rosas, estrenábamos vestiditos y nos colgaba la cadenita de oro.
Creo que a fines de este 2008, después de tanto tiempo, tendré la oportunidad de recuperar unos cuantos abrazos y es tan grande el entusiasmo que los planes van y vienen por mensaje de texto, mails y llamaditos.
Le vamos a poner magia. Lo hemos prometido.
(foto de entonces, mi hermano del medio y sobrinos mayores: Vero y Martín)

18.12.08

EL ARTE DE VIVIR CON FE

(Y SIN SABER CON FE EN QUÉ...)

Asi dice la canción Inundados de Paralamas do Sucesso, una banda que adoro, que me enfiesta y a la vez conmueve tanto como para tener muchos de sus registros en discos originales tanto en portugués como en español.
Bailando en el agua al ritmo de esa canción me vi el lunes pasado en Acuerobics. Para mí es complicado hacer cualquier actividad física porque no me atrae ninguna demasiado y porque en invierno me da por encerrarme, entre otras tantas excusas. Pero el agua es mi medio a pesar de pertenecer a un signo de tierra. Así me vi: entre un grupo de jubilados, promedio de edad 60 años, sintiéndome la más joven y cantando "cada día la luz del amanecer los desafía"... entre ellos que no faltan a ninguna clase y se sienten como peces, flotando, conversando, ensayando coreos sin esconder un cuerpo que poco sabe de la ley de gravedad. Vamos que es "el arte de vivir con fe", que saltar en el agua casi no duele, que se puede alcanzar una brazada más por día para llegar a la orilla.
Y que estamos en el horario en que puedo ir y la temperatura del agua es la ideal.
"Viste má, vos también vas a la escuela de verano".
UPDATE: Hoy me fui con las ojotas de mi marido, 5 números más grandes y me dí cuenta cuando llegué al natatorio. O sea, la que necesita rehabilatión soy yo!

15.12.08

MAMÁ TE MANDÉ UN MAIL

Estoy en el trabajo, finde, séptimo día de laburo sin parar, recibo esto y me mata. Quiero volverme a casa, quiero quedarme con esa foto.
Quiero imprimir el mail y pegar copias en los postes.
La quiero besar y aprender a hacer la trenza cosida que me pide tanto.
Quiero más de ellos a esta edad que parece arena finita y se escurre sin permiso por un reloj de cintura angostísima...

12.12.08

GENTE DE LA VIDA

EL LUISITO

Hay canciones que, a pesar de que no las hemos escrito, parecen hechas a medida. Pepe Lui de Divididos es un buen ejemplo. Pepe Lui es Luisito, un "prócer" cordobés, muy cordobés que supo de noches y charlas interminables sobre rock.
No sé si contar esto en pirámide trunca, invertida o normal, pero lo cierto es que él ya no nos pertenece pero ese es el final del relato.
El Luisito tuvo polio, o sea, imaginate, en una época en que se zafaba o no sus secuelas fueron para las piernas. Caminaba con dificultad pero se trasladaba en bicicleta perfectamente a recitales, casas de amigos, asados y a escuchar discos. Su mamá lo sobreprotegía sin vueltas, si calculan su edad ya que padeció polio podrán pensar que tendría un poco más que el rock nacional pero igual era un "pollerudo" que vivía a la sombra de una madre hospitalaria y que haría todo sacrificio posible para que él tuviera sus "melodías de Pescado"(Rabioso).
Discos de vinilo por doquier, revistas de rock "pero del rock nacional", hippie, pelilargo ( "resortes de un andar") y de zapatillas tenis. Casa de barrio de puertas abiertas, lo he visto, las puertas y las ventanas de par en par y con gente que salía y entraba a sus anchas.
Alguna vez trabajó, fue de esas personas que atienden las centrales de remises y mandan las direcciones a los choferes pero nuestro Pepe Lui tenía memoria sólo para las discografías y cruzaba los números y el curro le duró sólo un par de días.
La señora murió y todos pensaron en Luisito. Él sobrevivió y se puso una pizzería y allí no tenía que memorizar números o si enviaba una pizza a una dirección equivocada, el destinatario no lo mandaría a la mierda.
Ibamos a sus cumpleaños y nos sentábamos en el comedor alrededor de una mesa enorme. Lo invitábamos en las navidades y veíamos los fuegos artificiales desde el fresco del patio. Siempre proponía ¿cuándo nos vamos a juntar?
Hasta que un día nos llegó la noticia. La inseguridad, la desprotección y la violencia se colaron por su habitación. Alguien lo mató y obviamente él no pudo defenderse ni por un segundo, recordemos de su incapacidad para caminar sin muletas y la indefección ante semejante ataque.
Sus amigos lo despidieron y rememoraron sus andanzas en una noche tristísima. Vale decir que sigue instalado en las juntadas, en los vinilos, en las Pelo y en el Pepe Lui de Divididos.

10.12.08

TOPETITUD


En casa bebemos agua, mucha agua. Somos una familia que empina las botellitas minerales y las vacía al instante. Y cuando llega el calor, nadie carga agua fresca en la heladera. O sea muá carga y encanuta botellitas pero cuando voy a tomar "nonay".
Entonces hice un par de llamados, unos cálculos, y me di cuenta que estaba pagando por los bidones mensuales de agua casi la misma cantidad de lo que nos salía instalar un dispenser (frío/caliente) en comodato.
Pedimos el aparato y la sorpresa fue que parece un robotito con lucecitas y tiene una petit heladera abajo. Es digital, plateado, con luz azul en la zona de poner el vaso, un lujo. Los chicos preguntaban si también se podían poner cedés, pero no, amores, no es para tanto. No es pura generosidad y sorpresa sino casualidad. No les quedaba un dispenser común y nos prestan este hasta que tengan uno "a la medida de ustedes" (ejem). Mientras tanto nos sentimos Los Supersónicos y hemos decidido encadenarnos a nuestro fashion expendedor de agua para que no se lo lleven. También podemos recolectar firmas entre bloggers y facebookers, porqué no.

8.12.08

MIRAVÓ LOS FABULÓ

Me costó un riñón conseguir una entrada (un par) para ver los Cadillacs. Cuando todo el mundo se ganaba una, yo no le atiné ni a un puesto lamentable aún laburando en un medio. Hasta que llegó la llamada salvadora y un amigo con el que tenemos negocios oscuros que no pasan de cedernos entradas para ver Disney on ice o Belgrano vs Talleres, ponele, me llamó a último momento y me mandó las suyas. Dos campos, zapatillas rojas y la sonrisa de oreja a oreja. De entrada el flaco me ganó una remera en un juego en el que tenías que embocar una pelota de básquet en un aro. Me metí a un baño químico y me puse mi t shirt de Los Fabulosos. Como mi vena periodística siempre me invade, mientras veía me imaginaba algo que iba a escribir con pocas esperanzas de publicación. Llegué, me mandé, lo mandé por mail con suma humildad y salió. Es breve, pero sentido.

Si no hay galope se nos para el corazón

Una banda emblemática, catártica, pasional y agitadora, eso fueron y eso serán los Cadillacs.

Rossana Vanadía
De nuestra Redacción
rvanadia@lavozdelinterior.com.ar

Ver a Los Fabulosos Cadillacs puede significar para muchos, ver correr la película de la juventud que aún circula. Como para otros será ver a Soda Stereo o a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Serú Girán o Riff. Desde Mi novia se cayó en un pozo ciego a la exquisita interpretación de Los condenaditos, cada momento del recital del sábado remitió a una emoción diferente.

Vos sabés fue la banda de sonido de uno que otro parto y así de normal es también cantar Vasos vacíos en la ducha. Eso es, los Cadillacs acompañan la cotidianidad de muchos contemporáneos suyos que hasta se han atrevido a hacer trencito con Sopa de caracol en una boda de lo más informal.

Por eso la alegría, el brindis y el rezo “yo no voy a la guerra, a la injusticia, a la violencia y a tu codicia: ¡digo no! ¡Digo no!” y un estadio a los saltos desgarrados.

Una banda emblemática, catártica, pasional y agitadora, eso fueron y serán Los Fabulosos Cadillacs.

En Córdoba, en un Estadio enloquecido, encarecido con cerveza y ferné mezclado con la bebida oficial –pero no la clásica–, y la armonía precisa y exclusiva de la arenga de Vicentico, el brindis del regreso llenó todos los vasos vacíos.

4.12.08

LLORO

Otro día de agite, uno de los últimos del año a nivel eduación . Nos levantamos, desayunamos, lavo alguna ropa a mano, juego, los niños almuerzan arroz amarillo con pollo. Al toque la ducha, el baño para oler rico. Él me pide que le quede el pelo así como Dragon Ball Z y me muestra enjabonado con el champú del cocodrilo. Sale y lo visto impecable. Hoy termina la sala de 4. Lo peino así con el gel que pela ella, que tiene toditas esas porquerías o tesoros.
Nos vamos flameando. Caemos al cole, la portera lo saluda por su nombre y le dice apurate! Todos en sus sillitas, ya y con la seño. Nosotras nos paramos a un par de metros. Veo la bandera, los chicos que la escoltan, adivino su amigo del jardín bostezando y con la banda celeste y blanca cruzando el pecho. Los primeros acordes del himno y lloro. Intento cantar pero lloro. Pasan un videíto de los chicos con un tema de Drexler y lloro. Retiro la carpeta y lloro. Leo el informe y lloro. Lo felicito y le digo que ser su mamá me hace feliz, pero lloro. Los dejo en casa, vengo a mi trabajo, asisto a una reunión, me siento, escribo esto. Y lloro. Se me viene el año que se pasó en cámara rápida y siento que esto ya está y me emociono. Lloro.
Me quedan unas lágrimas para mañana porque es el acto del Primario.

2.12.08

MEDIA FALTA

Me levanto temprano, lo que es temprano para nosotros que no despegamos los ojos antes de las 9. La última vez fue, creo, cuando iba al secundario. Ducha, desayuno on line (leyendo los diarios), ropita, base, pintalabios.
Niños impecables, discurso de La Quebrada del Condorito, entusiasmo. Partimos a la feria de ciencias del cole, todo bello, mucho furor y onda. Stands con cosas ricas preparadas por los chicos, nuestros cóndores volaron al toque, quedó Arturo y en la segunda pasada ya no estaba o se lo morfaron o se fue solo a morir con dignidad. Las seños ingeniosas, enseñaban con los chicos a reciclar papel, hacer instrumentos y juguetes con envases de plástico, fideos secos, etcéteras.

Nos tomamos unas gaseosas en el patio de tierra, bajo una higuera, mirando la huertita. Cuando toda la familia está reunida huímos a almorzar. Ya en casa, bajamos las fotos de la feria y el niño me pide que fabriquemos un auto con un envase de plástico como vio allá, proyecto con resultado peor que el de los cóndores (¿con qué mierda se pega plástico con plástico curvo?).

Se hace la hora del laburo, llego, meriendo las noticias. Al rato, antes de regresar, paso por el toilette y me miro: me vuelvo, me observo. El collar en su lugar, la ropa también. Pero no quedan rastros de maquillaje, tengo el pelo recogido con una birome de broche, las ojeras parecen las del personaje de Soledad Solari de Gasalla. Encima el mamarracho que se refleja me sonríe. No hay derecho. Y eso que gasto en maquillaje y cremas como si saliera en cámara todos los días.