6.2.09

HOY

Las escenas se suceden como en una película. La edición está dada casi perfectamente por un llamado telefónico, una puerta que se abre, un libro que se cierra.
Soy la primera en levantarme, ventilar la cocina y preparar mi desayuno. Leo noticias, mails, saludo a los perros y superviso las plantas. No importa la hora, sé que es mi momento a solas y lo aprovecho en cosas que tal vez sean mucho o nada.
Comienzo a preparar los otros desayunos. Leche con chocolate para él y mate cocido y tostadas con manteca para ella. La tostadora nueva le da ese toque matinal con su olorcito a pan caliente. Preparamos los bolsos para ir a la pileta. Van contentos, es un buen momento y no se oponen a las horas en el club.
Papá aprovecha los últimos días antes del agite: libros, música y revistas para leer. Hace las compras y mantenimiento solicitado. Yo me voy a nadar, respiro y disfruto. Regreso y los perros me han esperado hora y media detrás de la puerta.
Preparo el almuerzo porque sé del hambre de las fieras. Vuelven, golpean la puerta y les encanta el chiste de apoyarse y cuando abro, caer y rodar.
Son esos días en que saben que necesito mi hora de descanso antes de ir a trabajar. Y mientras no estoy caerán rendidos, jugarán, picotearán frutas, galletas y cereales y esperarán mi regreso.
La cena es bajo la luna, el banco de plaza del patio le da un toque especial porque luego nos quedamos a escuchar historias del día o leer partes de "Que porquería es el glóbulo" de Firpo o alguna historieta de Mafalda.
En estos tiempos con menos prisa el paso hacia el sueño es natural. Saludos, proyectos para el otro día, charlas y luego silencio.
Fundido en negro. El fin por hoy. Un día como cualquiera en que no hubo sobresaltos, uno de los tantos que muchas veces vuelven y me están haciendo tan bien. Todo esto está iluminando la oscuridad. Pero es necesario. Absolutamente.

2 comentarios:

Claudio Tomassini dijo...

Te invito a visitar mi blog en el podrás encontrar mis últimos trabajos en arte la dirección es la siguiente:

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Te saluda atentamente Claudio Tomassini

NO PUEDO PARAR dijo...

que placer el desayuno sola!!!! es como que me hago la cabeza apara el soportar el resto del dia.
el rasquijuntas esta buenisimo,te invito hasta que quede rojo jajaja el tejijuntas me sale mas barato que la terapia.
la sirenita del pleitoseno en cualquier momento aparece si mi profe de yoga no vuelve me lanzo a las aguas