31.1.09

AHHHH ESTO ES VIDA

Entre "lelados" que anotaban en cuenta corriente, inventos de tiraditas a la pile, meriendas copiosas (licuados de banana bien dulce y helados, biscochuelos, pororó, cereales, pan casero y mermeladas), sueños profundos.
Amigos en barra para ella, las primeras barras, las primeras lágrimas de despedida.
Ricas comidas, largas caminatas, largos y anchos de pileta en estilo pecho, crol y espalda. Charlas, lecturas, sol, chistes, ironía, aves de paso rasante y nido cercano.
Altas montañas, largos senderos, cuisitos escurridizos, olvidos, tazas rotas, tormentas eléctricas y linternas bajo la vía láctea.
Así pasaron 10 días maravillosos, maravillados. Días que ya extrañamos. "No me hallo", sería la frase. Y no me quiero hallar ni hoy ni acá. En serio. Click en la imagen para ampliar.

30.1.09

EL ANGEL DE UN LEÓN



Cuando salió está canción mirábamos el video con mi hija y escuchábamos la letra, ella era chiquitina. Y se emocionaba, me decía que le dolía acá. Inevitable. Anoche Gieco comenzó una maravillosa, extraordinaria maratón de sentimientos que repercutieron acá, allá y más adentro.
Habíamos ido a Cosquín con la expectativa de siempre. Su hora de subida al escenario era tardía y estábamos cansados aunque habíamos visto y oído buenas propuestas.
Pero este León, este León inquieto se las trajo. Luego del tiempo de emisión por tv presentó un proyecto con el que viene trabajando desde hace un tiempo y que incluye gente con distintas discapacidades o dificultades. Como vos y yo, porqué no.
Pero no es un proyecto que dice, bué, los vamos a incluir porque pobres, esto es así. Es una idea que presenta el arte, la música, la danza, la pintura y el baile como integración y aceptación de otras formas de vidas que hallan barreras para comunicarse.
Gieco se sentó y acompañó. Un grupo extraordinario hizo el resto. La plaza, escuchó, se emocionó, aplaudió. Yo lloré, claro. Porque no puedo dejar de pensar como me llegan sus letras y como el tema de la discapacidad ha pegado en una que otra familia cercana y la mía. Porque así es la vida, así son las diferencias, así somos los seres humanos.
Y ser escuchado puede provocar una inmensa felicidad. Porque escuchar me la provocó, ver, mirarme adentro también.
Hija, así, como el ángel de la bicicleta, hay tantos y lo sabemos y también que podemos hacer algo. El arte, por suerte, da la alternativa de ser el alma mater de esta provocación inusual en una plaza clásica, caduca, aburrida, como suele ser la del festival del folklore.
Ay... este León.

15.1.09

LOBO SUELTO

Llego al natatorio, apuro mis pasos para no perderme los minutos anteriores que son una delicia. Y por delante, justo entra Esteban, un compañero, junto a su mujer Vicenta. Todos tienen nombres de "otras épocas" Hilda, Elsa, Carmencita, etcétera. Me llama la atención la mochila de Esteban, claro, es de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota. Y me pregunto ¿He encontrado el ricotero más antiguo de esta tribu? Me quedo con la duda varios días hasta que en esos minutos delicia antes de la clase (que se desenvuelven en una pileta circular con hidromasajes) la historia me es develada. Un cuarto de hora antes de que la profe comience con la arenga nos sumergimos entre esos chorros portentosos a hablar de bueyes perdidos. Mi compañera de la izquierda me advierte la llegada del ricotero y me dice que tiene 82 años, que "no se pierde una", que sale, aprovecha viajes para jubilados, nada, hace yoga, y todo lo que me pueda adelantar antes que Esteban se acomode a mi derecha. Ahí trato de que mis dudas sobre su mochila se despejen de una vez por todas. Él se ríe y me dice que ni idea tenía de la banda, bah, sí, un poco. "Pero cuando fui a Las Termas, necesitaba una mochila mediana, ni chica ni grande para que entren la toalla y un par de cosas, la señalé y el puestero me hizo precio. Por eso la tengo". Así de simple, aunque yo creía que la había heredado de algún nieto. Punto a favor: yo, que casi tengo la mitad de su edad, me la paso eligiendo las combinaciones de toallón ojotas malla bolso y pierdo más de una hora en eso.

12.1.09

NUNCA IMAGINÉ

Una sensación, un síntoma, mareo, dolor en la nuca, nuncas antes. Ganas de llorar y una pregunta secreta ¿y si me muero? ¿ y si esto es? Y el corazón se alborota y no entra un bocado y no se resiste un bocado.
Me siento en silencio y me pinto las uñas de rojo, pies y manos. Los auriculares me regalan unas preciosas melodías e mujeres de tribus africanas pero igual siento tristeza. Los niños miran TV, eligieron unas pelis. Comí unas cuantas uvas y la partida al destino de vacaciones es inminente y aunque mi pulso se acelere o mi corazón quiera salir por mi boca, nada dicen los análisis ni los doctores. Sólo un diagnóstico: crisis de ansiedad. Muchos consejos, tratar de prevenir, no llegar al límite, tratar de descubrir el disparador. Me siento cansada los glóbulos me han vencido.
Y quiero ser feliz y tener proyectos y me rodea un tempo que me dificulta mi tempo.
Escucho estas mujeres africanas que cantan sin esfuerzo y quiero hacer cosas sin esfuerzo, quiero fluir sin nudos en el estómago, sin mareos, sin miedos a que el monstruo no me deje en paz.
Nunca pensé que me suecedería pero las uñas rojas se dispusieron a teclearlo de una vez por todas mientras esperan secarse.
De a poco voy a ahuyentar estos avatares y tengo que empezar ahora mismo.
Por eso digo, hasta mañana.

10.1.09

CONTRARIEDADES COTIDIANAS 10: EL MATE

Me gusta tomar mate, lo saboreo, lo deseo pero no muero si no lo tengo. Puedo prescindir, pero ahora, por ejemplo, tengo el mate a la izquierda y un tazón de cereales mix a la derecha. En mi habitual despiste, tal vez le pegue un mordisco a la bombilla y ganas no me faltan y acá va la primera contrariedad:
  • ¿Quién inventó las bombillas tornillo que le hago un juicio? ¿No hizo antes el testeo que con algunas yerbas definitivamente no va?
  • Los mates de palo santo son lindísimos y huelen rico, pero a la tercer cebada se quiebran. Nunca regales uno.
  • Una vez traje un mate de Chiloé, tenía una leyenda algo así como El mate más austral del mundo. Se lo pasé a una compañera, se lo dí en el aire, ella no lo recibió o hizo el amague y el recipiente quedó en el piso hecho percha. Bye bye austral.
  • Los mates enlozados no juegan, queman, saben feo, parecen escupideras. Mi tía Elbita tenía uno decordado con flores rococó rosadas.
  • No podés pasar más de 5 minutos con el mate (eso incluye la tolerancia) tomalo de una vez y cerrá el pico.
  • No hay nada más lindo que los mates misioneros pero llevan medio kilo de yerba, pero si alguna vez te ceban uno pulenta así, te llevás el cebador con equipo incluido y lo ponés en la mesita de luz.
  • Una vez una amiga me invitó a tomar mates y trajo uno con una boca tan pequeñita que le tenías que pasar la yerba con un embudo. ¿Acá no toman nunca no? le dije. No, me respondió, somos de tomar té.
  • Hay gente que le tiene asco a chupar una bombilla que chupó otro. Hay gente con asco a esa gente.
  • Me gusta el sabor a yerba posta, no las saborizadas ni edulcoradas. Y con palo, eso sí, bien a lo gaucho.
  • ¿Querés mantenerme en vilo toda la noche y hablando como un boy scoutt? Cebame mate desde las 20 horas. No duermo más.
  • No me gustan las yerberas, en algún momento mezclo los componentes. Las pavas sí que son lindas pero no es tan lindo lavarlas.
  • Sigo luchando con la bombilla tornillo, no la revoleo al techo porque acá todos duermen.
  • Mi sobrino tiene un chiste que cada vez que lo dice me mata de risa. Absurda de mí porque no me hace reír ningún cuentista cordobés. Le decís al Ale: Cebá mate y él dice: Chau, mate.

8.1.09

SNIFFFFF

Tarde tormentosa, caen unas gotas anticipadas y mi nariz que ha olido el vapor que se levanta del viejo asfalto de la cuadra de casa. Las gotas adquieren unas dimensiones inesperadas y se estrellan en una perfecta esfera. Nos sentamos en el umbral, la lluvia golpetea los coches, pasan apuradas las amas de casa desprevenidas en medio de las compras.
Nadie me empaña esta foto. Cierro los ojos y siento que se han mojado los geranios, ese perfume áspero, terrestre y tan particular. Ya no hay rosales pero desde algún sitio cercano me llega su olor, lo mismo que el perfume amarillo de las retamas. Tengo unas semillas de retamas, cada árbol que tiene su chaucha y brota por semilla no puede evitar mi delincuencia. Le robo un par de vainas y las guardo en la cartera. Tal vez allí florezcan.
Ya se han formado charcos y los hilos de agua pegan con fuerza y forman burbujas. Si se forman globitos hay lluvia para rato me decía mi mamá. Hay lluvia para rato le digo a mis hijos cuando les señalo el mismo fenómeno.
Miremos el cielo, entrecerremos los ojos, dibujemos en los cristales húmedos corazones partidos, monigotes y dejemos huella. Olfateemos nuestros cabellos mezcla de agua, sudor y champú.
Llovamos nosotros también. Lloremos un ratito hoy, ¿porqué no?

2.1.09

PILA PILA

El año pasado o mejor dicho en enero pasado, el tema Pila pila del Pity Alvarez no dejaba de sonar en la radio. Hasta el hartazgo, hasta el fastidio. Él no me caía tan bien por esa razón y porque su música no me gusta, pero un día vino a mi trabajo y saludó a todo el mundo. El Pity tenía un buzo muy manchado y se metió en un pozo y le hicieron unas fotos muy buenas, luego lo vi en una nota en la tele donde decía que le gustaba María Laura Santillán y no conocía a una lista de gatos que le nombraron y leí una entrevista en la revista RS y allí pude entenderlo un poco y lo empecé a querer. Como si a él le importara. Acá, en el laburo, los muchachos le querían proponer que dirija el gremio ante la amabilidad y simpatía que demostró.
Tanta explicación para decir, simplemente, que tengo que poner media pila en ciertos asuntos este año. Nada tan serio y ceremonioso pero, por ejemplo, empezar a pasar la agendita (que tiene más papeles adosados, encastrados y pegoteados que las propias páginas del cuadernillo), delinear unos proyectos y un par de ideas, entre ellos, la tesis. Son los tengo que del año en principio. Quelevamohacé.