26.8.09

COLIFATA

Hacía rato que no oía esa palabra (colifata) como la expresión "dejá de romper los quinotos" ¡los quinotos! eso sí que es como decir: la que te tiró de las patas o mecachoendié. Bueno, hoy iba en el auto (ojo, soy la loca del Uno) porque mientras escuchaba el programa de Juan Di Natale, él hacía una conexión con una tal Raquel Welch que era Mariana Briski. Su personaje era ese típico de las radios porteñas que relata la situación de calles, avenidas y rutas. Pero ésta era muy boca sucia, muy, exageradamente y hacía unas asociaciones que me hacían reír a las carcajadas. De arriba, los pasajeros de los colectivos deben haber pensado que era una total y verdadera colifata. Me pasa a menudo con ese programa como cuando hacen "Tarareando por un sueño", un hallazgo de una creatividad desopilante. Son unos de los mejores momentos que paso a solas cuando conduzco o cuando (como ya les conté acá, canto). Para hacer gala de mis estados alterados también puedo contar que el otro día me metí a medirme una ropa a un local, me hizo calor, me saqué el sueter, me lo puse. Pagué. Me fui al super. Hice algunas compras. Salí, entré a otro local, y me miré a un espejo. Tenía el sueter, en realidad, cardigan, al revés, con los botones para adentro. O sea, colifa, mal. No está demás decir, me reí todo el camino de regreso.

24.8.09

CAMINO A LA INDEPENDENCIA


Se viste solo, se baña solo, se sirve solo, en fin ... Hoy se va al jardín, sube al transporte y me doy cuenta que se puso el pantalón a la inversa. El culo adelante y el escudo atrás. No le dije nada. Ya era tarde. Y bué, hay que aprender...

19.8.09

A LA CUCHA, DIGO!



En la vereda, cucha super de lujo. Los atorrantes pasan la noche como si fuera un hogar pasajero pero se quedan. La señora que los alberga tiene una farmacia ahí en la esquina e hizo construir la una cucha donde caben un par. Cuando voy a buscar a la niña al cole, me encanta verlos panza al sol disfrutando del dolce far niente. Me hace acordar a una anécdota de casitas y chozas, que todos hemos hecho alguna vez. Viqui me contó que ella junto a su hermana, en unas barrancas cerca de su casa, se habían hecho un refugio que hasta cortinitas tenía. Vaya sorpresa cuando un día encontraron que a la casita la había ocupado un homeless convertido en ese momento en ocupa. Yo hacía mis casitas debajo de la mesa, cuando mi vieja o mi tía Ilda ponía las frazadas para planchar y quedaba oscurito.
Pero los de la foto la ligaron bien de arriba...



10.8.09

FAST, SLOW, Y MANIATIC FOOD


Me gustan los dulces, ayyy como me gusta una buena torta pero no de esas que hace Maru Botana o las Franceschini acá, tan cremosas. Me gustan las de naranja, las de mi amiga Ro, las pasta frolas. Pum, no puedo comer hidratos. Ejem. Ni alcohol, pero no me interesa. De dulces ni hablar, me quiero ir al mar salado y sumergirme como Alfonsina. Dios castiga donde más duele, decía la vieja y mamita que me dio duro.
Ahora él que tanto ama los sadwiches, las pizzas, los lomitos y panchos (yo no, ves? paso...) Parece que la condena viene por el lado de una probable enfermedad celíaca. Tacc. Miramos las etiquetas dice o no dice? la espiga está tachada? Esa sí que pegó también. Agarra el pan y lo huele y se compra unas pizzetas que solamente tendran compostura con una buena salsa y queso al por mayor.
Comer siempre fue un despelote, no para mí que me gusta la mesa puesta, el mantelito y eso. Me gusta porque será que disfruto, así ahora me tenga que conformar con el tomate rebanado y el pollo tirado a la plancha. Pero él no. Come cuando tiene hambre y ahora se obsesiona con las etiquetas, los compuestos de los alimentos y busca en internet listas y listas. Los niños, en el centro, prueban, preguntan y comen lo que venga.
Mientras tanto, esperamos dianósticos definitivos.

5.8.09

Del gremio de los discutidores al cuete

- El arroz es un cereal.
- No, no es un cereal porque no viene en copos.
- Si es.
- No es.
Etcétera. Media hora.
- Usted a esta carbonada le puso pimiento y no lleva.
- Si lleva.
- No lleva.
- Hoy no me saludaste.
- Vos no me oíste.
- Tenía puesto los auriculares.
- Entonces no me oíste.
- Pero no me saludaste, no vi que vinieras y me dijeras hola.
Bueno, ese gremio, ese constante discurrir de palabras mojadas van a parar a mis oídos con impermeable.
Me alejan, me entuban, me hacen bajar el cono del silencio. Y cotidianamente estoy rodeada, ambientada en medio de ese gremio del cual ya no pago la cuota hace años.
Por favor, entiendanló. Discutir al cuete me aniquila. Ahora es difícil dejar de escucharlas y peor si te involucrás. ¿Habrá cono del silencio en mercadolibre.com?

2.8.09

COSAS QUE NI LOCA ME PIERDO


  • Los niños fueron a ver con papi (escéptico mal, pero volvió asombrado) dineynonais. El espectáculo era sobre Nemo y con traje y todo, debajo de las aletas a los patinadores se le veía una malla. El niño me dice: pero no tenía sangre, no, era pielcita nomás.
  • Ella pide, para el día del niño, el libro grande de Maitena. Los dibujos son lo más, má. Sumale que lee Liniers, Chanti y obvio, Quino. Zampieri también le gusta, eh?
  • Ahorran plata. La niña para una notebook, dice. ¿Negra o rosa, cuál es más barata? Negra, le digo. ¿Y trae Google?, pregunta.

  • ¿Hoy vas a trabajar? me preguntan. Sí, respondo. Ufa, me dicen. Pero si ese día estuve heavy por algo hacen la misma pregunta y contestan: iuuuupiiii!!!!

  • Todas las noches él me trae un muñeco para que duerma, a veces Burro de Shrek, otras un sapo, Woody o una cartita de Dragon Ball. Yo la acomodo al ladito.

  • Sé que le corté el pelo chueco a la nena. Y a ella le encanta. Insisto, vamos a que emparejen en lo de Ramón (la peluquería). No quiere.

  • Me duele la cabeza me dice mi espejo chiquito. Me siento como perturbada. (palabrás más o menos, salen de mi boca a menudo)

  • Para el día del niño él pide otro joystick para que sus amigos puedan jugar sin problemas.

  • El tiene amigos y los hace con facilidad, los busca, copia los números telefónicos y los llama y recibe llamados. Ella cambia de "mejor amiga" todos los días.

  • Es una de las mejores compañeras para pasear, le gusta sentarse en un bar lindo, pedir tiramisú y un té. Él, sin embargo, se cansa y quiere volver a casa pronto.