11.3.10

DELICIAS COTIDIANAS


En el plan de negociaciones llevado a cabo puertas adentro, a padre le toca llevar los niños al cole y a madre, buscarlos. Madre deja los deberes planteados, padre vigila y madre luego controla.
Nos volvemos a pie unas cuantas cuadras. Pero primero vale que el niño se hamaque en la plaza que da a los fondos del cole, nos sentamos en los bancos con ella a charlar de sus proyectos (ahora quiere ser cineasta, no modelo, o las dos cosas, no sabe. No, mejor profe de gimnasia, así después formo un equipo de Cheerleaders...) El se hamaca, hace una escalada por el trepador y se tira por el tobogán y vamos. ¿Qué hay de comer? Comunico el menú, todo bien. Y charlamos, piden audiencia porque sino se van a las manos. Y cuenta que "al Brian le pusieron satitastorio" cri ... cri ... cri "qué es satistastorio?"... y le explico y le pregunto ¿por? Porque no trajo los deberes. Llega y pide hacer las tareas. Unas letras, números, cosas que empiezan con aaaaaaaa, con eeeeeeee, con iiiiiiiiiiiiiiiiii. Ella, sin embargo, se las arregla bien solita y escribe y le fascina. Y habla de cuestiones como la amistad y sus bemoles, pasa las hojas improlijas y todo es un detalle impecable. Pero mientras caminamos, me preguntan, además, si ese día voy a trabajar. Sí, hijos, voy. Hacen ufa y si me quedo, también hacen ufa. Llegada la hora de partir, me besan y se despiden  con 20 besos, compiten por depositar el último ósculo en mis mejillas. A veces son fríos con hielo o helado, a veces chocolatosos o frutales y ni loca se me da por limpiármelos.

2 comentarios:

Gaby dijo...

Son lo más lindo de nuestra existencia, sin dudas.
Bellísima esa foto!!

Rossana Vanadía dijo...

El día que me los coma, te convido