18.6.10

EL PIBE, MI PAPÁ

- Dejá las cosas y vení rápido, tenemos que hacer algo urgente, me dijo mi papá.
Yo bajé del taxi, nuestro auto, dejé los útiles, el guardapolvo y volví. ¿Qué pasó? Al Bongo se lo llevó la perrera, hay que buscarlo.
Mi papá me dejaba tener perros, mi mamá primero decía de acá no pasan y luego terminaban atendiendo la puerta. Mi papá me traía helados, me daba lo que marcaba la ley por hijo en el recibo de sueldo y me hacía sentar en sus rodillas. Tenía unos ojos tan lindos, tan verde aceituna y los cerró hace ya un tiempo y aún lo extraño a mi papá.
Un día se lo encontró a Baglietto en el centro y lo paró y le pidió un autógrafo. "Mirá las cosas que me hacés hacer", me dijo. Yo saltaba por toda la casa con el papelito apretado al corazón. Me cae bien porque le gusta el tango, me dijo. 
A veces me pregunto porqué se fue tan pronto. Y porqué vamos a sentir toda la vida la necesidad de ellos. Puedo vivir la sensación de esperarlo con el corazón en la boca cuando volvía de trabajar del ferrocarril mientras con mi primo mirábamos La dimensión desconocida. 
Luego se iba en el taxi, y volvía y se iba. Allí me llevó todo el secundario y también a las vecinas y el auto iba cargado de chinitas gritonas y que se reían a carcajadas. El Antonio, el Pibe,  paraba para comprar meriendas y puteaba mal, como tano, a los que conducían mal.
Miraba Grandes Valores y yo me lo comía por el solo hecho de estar cerca suyo. Hacía asados y le gustaban las picadas. Era de Talleres a muerte y miraba los Mundiales mientras cortábamos papelitos para festejar y preparábamos pororó.
Sus manos eran grandes, tenía la maldita artritis reumatoidea y a mí igual me parecían las más calentitas del mundo. Como lo quise y como lo quiero a mi papá. ¿Sabría él lo importante que fue para mí y lo orgullosa que me sentía de ser su hija y lo lindo que lo veía? 
Todos los años voy a recordar tu día, ése en el que te regalaba alguna porquería hecha en el cole y otra comprada a cuenta. También sus manías, sus puteadas y su bondad. Bueno hasta el alma, hasta el último huesito que le doliera, tierno hasta nosotros, hermanos, hijos,  nietos, esposa. 
Te quiero papá. Me has transferido el don de que con lo simple, se puede ser feliz.

8 comentarios:

laura dijo...

uau, cuánta ternura, seguro que sabía lo importante que era para vos y lo orgullosa que te sentías de ser su hija y lo lindo que lo veía. Pero SEGURO que sabía.
lindo post Ross

Anónimo dijo...

querida Rossana: como siempre me emociono con cada cosa que escribís, que hermoso mensaje para tu papi!!!que lindo es recordarlo así!!! un beso grande
gaby

Anónimo dijo...

Que lindos recuerdos...y quien no iba a querer al NONO...si era un amor...

Mari

Anónimo dijo...

Hola Rossana! hace mucho que te leo y la verdad que me haces poner la piel de gallina con este post y con muchos otros...un placer leerte...

Lala

V. dijo...

Me emocione hasta las lagrimas, te quiero.Vero.

An dijo...

Qué lindo,lindo,lindo!!!!!!!!!

Ana dijo...

Bellísimo! Seguro él también esta muy orgulloso de vos :)

Bosque Encantado Cabañas dijo...

Hermosas Palabras, para un lindo y emotivo recuerdo. Gracias por compartirlo.