28.11.10

INSERT

  • Cuaderno rojo
  • Paredes amarillas
  • Perros negros
  • Flor de cactus naranja
  • Suecos blancos
  • Saquito fucsia
  • Pileta celeste
  • Corazón azul

FAMILIA RODANTE ll

Llegamos al lugar alternativo y de paso transitorio con tres colchones, una heladera, unos trastos, dos perros y dos hijos. En dos semanas el capital se ha incrementado de manera vertiginosa ¿Cómo no vamos a poner cortinas? Traete el radiograbador y la tele (aire) y la notebook (jukebox). Ya me llevé la cámara y las cremas. Ahora mesas y sillas que servirán para el patio, sí. 
Deambulo por el departamento y "no me hallo", diferente a los niños, que se hallan como locos haciendo amigos y moviéndose a sus anchas con tanto espacio "en común" libre. Ahora el pequeño está con fiebre y yo con los pelos de punta. Una línea me pone los pelos de punta. Y él dice: no me duele má, tengo sueño. Y lo huelo, lo beso en la frente, le cambio las camisetas, en fin, lo amo.
Mi hija, mientras tanto, ha hecho abandono de hogar con consentimiento. Me ha dicho que se hará un tatuaje cuando sea mayor (¿mayor que yo?) y que su cuerpo es su cuerpo. Cumplió once y pidió un strapless. Y le queda divino con sus zapatillas negras. Ya me mira desafiante, ya me amenaza si le digo que voy a contar algo suyo en el blog. Ahora tengo filtro. Igual la amo.

23.11.10

FAMILIA RODANTE I

Veamos, estos pasajeros en tránsito que al principio dijeron con los colchones y la heladera nos arreglamos, tienen problemas para arreglárselas tanto allá como acá o viceversa.
Hemos llevado tapas sin ollas y ollas sin tapas cuyos cuerpos no coinciden con la cubierta. Ahora, lo que han transportado los niños es increíble o no, en su propio universo:
  • rompecabezas incompletos que han perdido sus piezas porque nunca lo usaron
  • 2 dos perfumes Paco 2 dos
  • chalecos inflables de invierno
  • cajas de colitas, prensas y gomitas para andar luego siempre con el pelo suelto
  • mea culpa: sandalias y zapatillas como para vivir un año
  • advertencia: estés donde estés las medias pierden su par y las putas llaves no hayan lugar.

22.11.10

FAMILIA RODANTE

En honor a semejante filme se aventuran, a continuación, una serie de capítulos que relatarán las peripecias de una familia tipo, la nuestra, nómade y con la brújula (¿dónde la pusiste?) extraviada.
Resulta que las idas y venidas, dimes y diretes, inmobiliarias y costos de materiales de construcción derivaron en la remodelación de nuestra querida casa. 
Lo que al principio parecía todo planificado milimétricamente, continúa descontracturado, despelotado y dislocado. Así de simple y engorroso. No es fácil remodelar una casa habitándola y menos hacer mudanzas internas.
Un día en que tuve que tirar mis muñecas Rayitos de Sol semipodridas lloré como Andrea del Boca en Celeste, siempre Celeste. Y no te digo cuando tengo que revisar papeles amarillentos, Papá Corazón y la Andreíta hablando con la muertita son apenas un cartoncito de muestra de pinturería al lado de mis lamentos.
Empezamos por el living y nos peleamos por el color de las paredes. Parece el Vaticano. ¿Qué es el Vaticano?, alguien pregunta por allí Bueno, amarillo Vaticano. Divino, es luminoso me gusta... seguimos por un cuarto y oh oh, el ceramista se accidenta, quedan las camas distribuidas por todos lados, el garage repleto de materiales, los perros blanquecinos y los niños alergiosos. Paren el mundo que me voy a bajar. Mejor busquemos un lugar alternativo. Nadie tenía ese espacio hasta que sí. Alguien lo ofreció y así los supuestos albañiles, pintores y rompedores trabajarán a sus anchas y nosotros despelotaremos otro sitio a las nuestras.
Allá fue la familia rodante con perros, instrumentos, pilchas, trastos y heladera. Notebook, obvio. Al reverendo pedo: no tenemos cable ni wi fi. O sea. A leer mucho y a ejercitar la imaginación. Pero tengo dos niños ¿se acuerdan? Bueno, ellos super adaptados a ese complejo cerrado de departamentos. Los veo con frecuencia, generalmente cuando tienen hambre o sueño. Tengo dos perros también (en mi vida todo es doble menos el marido) y a ellos hay que bajarlos y subirlos a cada ratito. De eso se trata esta adaptación a una vida nómada como mis queridos aborígenes sanavirones, poblada de olvidos, replanteos, objetos que se pierden, paredes que retumban ante la ausencia de muebles y otros aires, que no son los buenos aires, pero son ... distintos y por qué no, luminosos... (continuará...)
Update: por unos días desaparecieron los espejos de mi vida ¿les pasó? hasta que se cruzó alguien muy parecido a mí en un supermercado y me dije: es hora, tenemos que llevar uno!

5.11.10

EN CONSTRUCCIÓN (POSTA)

  • Amarillo Vaticano, verde a su lado, morado moretón, rojo tomate de Miami, celeste al que le cueste
  • Taco fisher como Bobby, durlock, pastina, caminata lunar
  • Techo a media agua me pica la enagua
  • Vida entre escombros, dónde puse la sal?
  • Cielo de planetas, cortinas verde manzana como la cocina
  • Don Macro si te apurás te hago un santuario
  • Fleje que te fleje, cable canal, malla sima (de 2 piezas)