Vamos sumando puntos a la locura findeañera. Mi niña pre adolescente, la que sufría los devenires de amistades con sus holas y chaus, que me junto o no me junto, etcétera, acompañó los honores de la bandera y se diplomó como mejor compañera (sumando, suponemos, votos masculinos) Oh juremos con gloria morir. A sexto grado. Mamita querida.
Él, sin embargo, promovido a segundo, cuenta los E que tan poquito le cuestan, muestra la foto en que sale muy despeinado y a otra cosa mariposa.
Pero divagando por este hogar alternativo ha cosechado otras amistades que le han traido otros devenires y mejor no mencionarlos porque ya no corresponde, che.
Es cierto, estoy como ET. Quiero volver a casa.