ME CONMUEVES

Les acomoda el pijama y la cama mejor que yo. Los levanta, acaricia, pone todo sus esfuerzo en hacerles una comida comestible. Les hace bromas, los proteje, los lleva a los "juebitos", les pasa el cinturón de seguridad sin ninguna "perdonadita" y ellos... lo extrañan, preguntan por el papá todas las mañanas. Le obedecen (más que a mí, je) A diferencia de muchos ejemplos se convirtió logicamente en el papá presente. Combinó su rock con "pasá por el super y traé los pañales, por favor", con dormitar en cualquier sitio cuando trasnochaba o calentar las mamaderas a punto. Ahora es un experto en ensayar o componer con alguno de los niños a upa. Los incorpora a su rutina para luego tener un tiempo en soledad, entre sus bajos de X cantidad de cuerdas, su mueble contrabajo, sus libros de música, sus colecciones de Pelo y papiros tan valuados para él, tan mercadolibrepuntocom, tan de museo. Así estamos en este camino de vida, respondiendo preguntas inoportunas, siendo interrumpidos en cada diálogo de proyectos de importancia suprema. Hay días que hablamos más por celular que face to face. Compartiendo universos y resguardando planetas para sí, para cada uno. Siendo tan despojado, tan profundo, tan "nos preocupemos cuando sea el momento". Y lo miro acomodar los niños al dormir, cortarles las uñas religiosamente, cerrar la casa asegurándose que quede todo perfecto todas las noches, devorando con ansias manjares simples preparados por mí, sonriendo cuando canto y canto mientras escucho mi música tan distinta a la suya. Leyendo mis cosas y diciéndome un piropo que nunca me habían dicho antes y que para él traspasa el mandato del amor y que me da pudor compartirlo. Uf, cuántas cosas hay en este amor hoy. ¡Cuántas!