
Bueno, mi hija tiene pruebas sobre su existencia que yo me encargo de rebatir. Pero no hay caso, eh? Y ella dale que dale.
Un día se nos escapó Lucas (el salchicha) que pasa entre las rejas de la ventana y busca novia sin respiro. Recorrí el barrio hacia el norte, el sur, el este y el oeste. Hasta que encontré al susodicho revolcado en tierra, grasa y abrojos. Se ve que se buscó una ninfa que le puso varias trabas. Volviendo con el tipo a cuestas, la niña me dice:
- ¿Viste má que Dios existe?
- ¿Qué tiene que ver?
- Que yo le rogué: Diosito hacé que Lucas aparezca. Y apareció... (¿no estará confundida con un mago?)
Pero vuelve al ataque cada tanto.
- Má ¿el Diablo existe?
- Para mí no. Porque si no existe Dios, el Diablo tampoco (la simplifico) Eso no quita que exista la maldad porque blablabla...
- Bueno, para mí Dios existe pero el Diablo no. Y la mala sos vos, porque no le creés.
(Ves Kolo cuando te digo: la que me espera ...)