
No me digas que el lavarropas automático no es uno de los mayores inventos del siglo que pasó, igual que el teléfono celular o la internet. Después de la rueda,vienen esos que te mencioné porque hacen la vida más fácil, llevadera y laburan por nosotros en algunos casos.
Es decir, todo bien, loco, para el que inventó la rueda, la pólvora y el automóvil o los aviones. Pero meter una pilcha inmunda, poner un jaboncito que huela rico y a precio mediano y sacar la prenda en condiciones, es casi orgásmico.
Después te podría sugerir otros logros en pos de una vida más liviana como el nebulizador casero, la depiladora, el microondas y el secarropas, pero en casa también tiene un podio la tostadora eléctrica. No podemos vivir sin ella. Han pasado los modelos más variados: desde una Atma a la que se le abrían las puertitas y había que custodiar porque no se apagaba automáticamente hasta el día de hoy cuando tenemos dos: una para pan con trigo y otra para pan sin tacc (para celíacos). Excelente. El otro día le obligué a mi suegro que se compre una porque me contó que se hacía las tostadas en la plancha bifera ¿¿¿para qué??? Después me llama y me pregunta como puede guardar las 18 tostadas que se hizo de un tirón por las dudas no tenga tiempo de hacerlas a la ahora del desayuno...
Sigamos con el podio, ahora va un artefacto que, te diría, se ha ganado una medalla de bronce. De las buenas. Es la miniaspiradora Phillips. ¿Para qué? Aspira como el oso hormiguero de la Pantera Rosa, no hay que enchufarla porque se carga como un telefonito, el filtro es lavable, ocupa poco lugar y listo, está en la repisa y ya casi ni uso palita de basura porque la loca se snifa todo: rinconcitos, libros percudidos, telarañas añejas, rincones del sillón y circulitos de papel que se escaparon de la perforadora.
Eso sí, a los adminículos hiper desmontables como multiprocesadoras o super licuadoras, les huyo: odio lavarlos por separado y más secarlos y guardarlos.
¿Y por casa, como andamos?