El otro día en el medio del caos y el cosmos, con niños alrededor, apuntes y las noticias del MERCOSUR, mi hija pidió dormir conmigo por una vez en las vacaciones. El pequeño que hace todo lo que la hermana desea o le manda, me lo pidió también. Deportamos a papá y nos apoltronamos los tres. Ellos se durmieron al toque y comenzó mi mejor música: la de sus latidos y la respiración. La succión del pulgar del varoncito, los suspiros y la sonrisa relajada de la niña. Mi lugar. Y convencerme que a pesar de los traspiés, las vueltas, idas y venidas, ese lugar para mí, es el mejor lugar en el mundo. Hoy, aquí y ahora. Mañana no sé.
Tampoco sé como vinieron los deseos de tener mis hijos, pero ahí están dándome el oxígeno. La paz de saber que están bien y la preocupación infinita de lo que vendrá. A partir de ellos es como empecé a entender a mis viejos, a los viejos de mis amigos y mucho más a aquellas Madres . Como aprendí a ponerme en el lugar de otros y de ellos, de los niños. Como empecé a llorar de impotencia con relatos e imágenes de la infancia sufriendo. Empecé a ser más solidaria y desprendida, menos egoísta. A partirme en dos, cuatro y mil pedazos y reunirlos en un rompecabezas para estar entera a la noche, a la hora del cuento. Yo encontré mi lugar ahora. Y no se trata de un espacio físico, es un lugar de la vida, no? En las noches de tormenta, cuando todo se viene abajo, el refugio es ese, estar los cuatro mirando la lluvia. Ya no se trata de andar corriendo buscando un techo para resguardarme. Esa es la metáfora.
10 comentarios:
Ni todas las tormentas son del cielo, ni todos los refugios son de ladrillos y si alguien se pregunta por que que lean su post je!
Ross, cómo me gustan estos posts. Es tan lindo cuando nos regalás relatos como éstos.
Es difícil agregar algo, pero es difícil quedarse callado.
Un beso grande.
Cuánta calma y cuánto empuje nos dan los hijos, Ross!Invaden los recuerdos más nítidos, calman los momentos más feos,nos fortaleces, nos salvan...con tan poquito tamaño, son la luz más maravillosa que podemos encontrar!
Besos
Primero que nada había puesto un tema de Calamaro que canta Gieco y no se podía escuchar y lo saqué.
Cabo Reyes, vivimos buscando refugios? yo creo que sí, o almenos algunos...
Patrizio, gracias totales, pero yo también soy la otra! la del rock, la de la vida, pero éste es mi motor, no?
Gaby, claro, la luz, el punto de partida y llegada y los sueños...
Y depende doña Ross, algunas veces busco refugio, otras me toca hacer de tormenta (no, la tormenta que cantaba en telemanías no, la otra! la de la nube!). Me resulta triste una vida buscando refugio, pruebe ser tempestad.
La canción de los Stones no se llamaba Gimme Shelter? Uno siempre busca ese refugio.
La verdad es que cuando oigo hablar del aborto y de los preservativos como si fueran la gran cosa (bueh, con lo de los preservativos no estoy tan en desacuerdo) me duelo un cacho de que se hable tan, pero tan poco de la paternidad.
El pensamiento fácil nos desgajó la emoción del pecho.
Espero algún día sentir eso. De momento me conformo con dormir abrazado con la persona que amo.
Cabo, la he probado, pero hoy me toca refugio y me quedo aquí un tiempo, las tormentas son ellos, le aseguro.
Yaya, si, miren que dependen tanto de mí y son mi refugio sin embargo.
Thiago, y por ahora, ese es tu lugarcito, porqué no...
Hermoso. Su post, la maternidad, la paternidad y la posibilidad de disfrutar de ellas.
Y muy interesantes unos cuantos temas que aparecieron en los comments, pero últimamente me cuesta más pasar las impresiones a palabras, así que ésto, y ganas de pasar nomás.
Es hermoso como narrás el encuentro de tu "lugar en la vida", y es que es tanto más simple. El refugio es amor. (ufff, que lindo lo que escribiste, me voy a dormir con una sonrisa en la cara... je)
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