YO TENGO UN BLOG

Ante la afirmación que le da título a este post he recibido varias respuestas:

- ¿Ahhhhhhh?

- ¿Dónde?

- ¿Sobre qué? ¿No tenés miedo?

- ¡Qué bueno! Pasame la dire...

-¿Cuándo vas a escribir sobre mí?

- ¿Cómo se hace eso? ¿Te cobran?

-¿En blogspot o wordpress? ¿Tenés avisos?

- Etcétera.

A propósito del encuentro del jueves pasado y como resultado de la movilización que pueda haberme provocado, paso a comentar mi postura que no fue pública porque ante más de 5 personas no me animo ni a estornudar. Eso si, soy capaz de hablar hasta con el custodio del palacio de Buckingham pero ante una audiencia, no puedo.

Yo tengo un blog personal. Chocolate por la noticia. Tiene más de un año y en este lapso me ha dado más alegrías que tristezas (amigos hinchas de clubes cordobeses, abran un blog ya!) y me encanta escribirlo, retocarlo, mejorarlo. Esto viene a reafirmar la exposición de Gabriel a cerca de que tener un blog es un gran acto de egocentrismo. No me había dado cuenta, pero ahora sí. Porque además de escribir y verlo ante mis ojos, retocar, buscar la imagen, el título, etcétera, espero y deseo las visitas. Y como soy sociable, salto a otro blog y tal vez le provoque la visita al mío o no. Los bloggers somos también adictos a espiar por el rabillo de la pantalla. Participar del encuentro fue darle la cara a otra gente (más o menos o tan joven como yo, je) que están en casi la misma. O usan el mismo formato para la idea que se les venga en gana con distintos fines. Lo que resulta sumamente válido también. Para mí, este sistema de diario personal, escritura con demanda a piacere, miscelánea de la vida o la ficción tiene una gran importancia por la libertad con la que te podés manejar, la posibilidad de autogestionar, editar y pensar sobre lo que escribís. Tal vez para mí es una gran catarsis y para mi familia y para los lectores, un plomazo. Pero la temática que elegí me hace sentir cómoda, aunque sea un tema remanido, en mí vida es nuevo, el día a día, el cambio de ideas, el devenir de las actitudes, del crecimiento de mis hijos, de las cotidianeidades de unas vidas en un espacio y contexto determinados. Eso es lo que da mi suma en estos momentos, eso más no sé cuántas incógnitas que permitirán o no, alguna vez develar esta ecuación. Esto es: una ventana a una parte, a un cuarto de la casa de mi vida, el cuarto que dejo mirar, que presento al que se quiere acercar, quedar, o venir de vez en cuando. Eso es hoy, mi blog, para mí.

Completar la idea con lo que pasó el jueves pasando por este blog (más lo que ellos recomiendan visitar) y reitero ahora oficialmente, el agradecimiento, la invitación, las cervezas y haberle puesto caras a las palabras o los dibujos que he visitado en la red en todo este tiempo. Clap clap clap. (En fin creo que no me animo a hablar en público porque tengo miedo de tirar algo, llevarme por delante una columna y se caiga todo el edificio y salirme por la puerta del baño en lugar de la salida, no me verán)