- El arroz es un cereal.
- No, no es un cereal porque no viene en copos.
- Si es.
- No es.
Etcétera. Media hora.
- Usted a esta carbonada le puso pimiento y no lleva.
- Si lleva.
- No lleva.
- Hoy no me saludaste.
- Vos no me oíste.
- Tenía puesto los auriculares.
- Entonces no me oíste.
- Pero no me saludaste, no vi que vinieras y me dijeras hola.
Bueno, ese gremio, ese constante discurrir de palabras mojadas van a parar a mis oídos con impermeable.
Me alejan, me entuban, me hacen bajar el cono del silencio. Y cotidianamente estoy rodeada, ambientada en medio de ese gremio del cual ya no pago la cuota hace años.
Por favor, entiendanló. Discutir al cuete me aniquila. Ahora es difícil dejar de escucharlas y peor si te involucrás. ¿Habrá cono del silencio en mercadolibre.com?
3 comentarios:
No es cierto lo que escribiste.
Y para que queres un cono de silencio? Eh? Eh?
Tengo varios exponentes, eminencias de la camorra ya...
Ya salen para allá!
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