CONTRARIEDADES COTIDIANAS III (PUMPLA FELÍ)

Los tiempos cambian, el río fluye y las modas imponen. Festejar el cumple de un niño no es "hago una cosita así nomas, tortita, velas y punto..." Otros blogs como el de Alicia o Hijos nuestros han debatido sobre el tema. Este post no hará otra cosa que refrescar o agregar ítems.
- Es un buen ejercicio de creatividad. Ante la imposición de los NO, tratamos de llegar a un acuerdo. No salón de fiestas, no payasos, no y no y no al rosa, al fucsia y al violeta.
- Llegado un acuerdo para que sea en casa, paso siguiente: lista de invitados. No a las que gustan de los mismos chicos que ella. No a los parientes pesados que la atrapan cada vez que pasa a menos de un metro. Pero si a los pibes del barrio, a algunos del cole y a "mi amiga del alma, la Guada".
- Tarjetas de invitación: ni the Pooh ni Barbie. Eligió a Enriqueta de Liniers (la que está a la derecha de este blog) e hicimos las tarjetitas en la compu. Juro que no es fin comercial, querido dibujante.
- Menú: panchos, gaseosa, papas, algunas golosinas. El detalle: montamos un kiosko al que atenderemos con papá para los solícitos concurrentes. Eso sí le pareció genial, pero con la condición de que nos vistamos de pancheros...
- Entretenimiento: conseguimos un profe de gimnasia que, si el destino nos ayuda, será piola, no los tratará como el Tío Pancho de la Vernaci y traerá juegos para competir al aire libre. Competir y discutir y pelear y ...
- La abuela traerá las empanadas para los adultos. Un clásico de los cumples. Y yo le pediré que me guarde porque no puedo dejar mi puesto de Hot Dogs si no me sancionan.
- La Tía Lili le hará la torta con la que se esmera desde que nacieron y ellos la abrazarán y le meterán los dedos (a la tía y a la torta, en ese orden)
- Les mostraré su clip de fotos, al que se han acostumbrado con música de fondo que pretendió elegir (Belinda, HSMusical y otras yerbas muy feas, realmente) y que acordamos, que será otra, por suerte.
- A las 21 horas, agotados y emocionados, despediremos a los invitados en la vereda. Tiraremos los descartables, las sobras y llamaremos a algún padre que se olvidó de buscar al hijo. Hecharemos gentilmente a los adultos que se metieron a ver el noticiero, la novela o el partido en algún cuarto y pondremos el cartelito en la puerta: NO MOLESTAR (Por hoy, tuvimos demasiado)