11.11.07
TODO POR ALGO MÁS QUE $ 2
Marido ex heavy, músico, dúctil y ávido de tocar en vivo. Esas características invitan al coraje de presenciar espectáculos con los escenarios más disímiles. Desde una noche de viernes esplendorosa viendo y oyendo a Milton Nascimento con coronación de festejos de amigos en un sitio absolutamente acogedor a una fiesta de sábado del otro lado de esa luna. La ausencia de rutina que excita, atrae y encandila, me llevó a un encuentro de motoqueros. Creo que una sola vez me subí a esos monstruos estruendosos y por sólo un par de cuadras. De ahí en más, solo de lejos y con menos de 100 cc. Son otras las situaciones las que me provocan adrenalina. Él me llama desde el lugar de los hechos y me dice, mejor dicho, se ataja: no sé si te va a gustar, además ahora se cortó la luz, pero en un rato te busco. Todos vestidos de negro y metal (advierte para que yo no vaya, supongo, con la solerita fucsia) Los niños están debidamente ubicados con la abuela y les he preparado el mini camping en el cuarto. Sólo esperan que me vaya para la guerra de almohadas. Otra advertencia: tratá de cenar porque aquí solamente hay asado y no creo que te guste. Medianoche de un noviembre ciclotímico y allá vamos al paraíso de los rebeldes sin causa. Apenas llegamos Pequeño Bambi hipnotizando con su punk rock. Me encanta ver este tipo de shows. Feliz de estar allí en la sede de un club social de un barrio de mi ciudad. Observo el paisaje: escenario al ras del piso con una separación milimétrica con el público, demarcada por la tolerancia al volumen y el humo. La cantante seduce y provoca y nadie traspasa la barrera. Luego pasa a mi lado y da lugar a otra banda con un baterista que toca cruzado, orientado perpendicular al supuesto escenario. Nos damos una vuelta por la puerta trasera y allí es la fiesta, en realidad... Enjambre de motos, carpas y amigos de las rutas de años, supongo. Pañuelos en bandana, tatuajes, panzas y rostros castigados por el sol y el viento. Pappo estaría feliz aquí. Mientras tanto, en el sitio de la escena, se viene el sorteo: porciones de vacío (no existencial, sino asado), vasos de cerveza grabados, estatuillas de motos, merchandising motoquero. Se suman: reconocimientos al que vino de más lejos, al que llegó primero, al más joven y al más viejo. Al sapo de otro pozo no le dieron, sino allí me tenían. Sube (subir, metáfora, se entiende) San Pedrito, le hace honor a Riff, Beatles y Mark Knoffler y todos muy felices y borrachos. Se autoinvitan a cantar, brindar y zapar. Luego, sorpresivamente, algunos entran a la sede en moto. Y comienzan con un ritual entre peligroso e inentendible: "queman cubiertas"o sea, aceleran mientras otro frenan el rodado y así la goma larga un olor espantoso al ser detenida en pleno agite. Humo y no sobre el agua, ruido y no blanco. Llegó la hora de irnos. Así de repente. El terreno estaba demasiado caliente para dar paso a unas streapers... Dos noches absolutamente diferentes que me tuvieron como espectadora curiosa y atenta. Mis botas y yo, lo único en común en ambos lugares en este mes once que se resiste a darle protagonismo a las sandalias de una vez por todas.
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11 comentarios:
yo nunca fui a un evento así... ¡tenés marido motokero o fue por curiosidad?
Rockero, toca en San Pedrito. No ha subido ni a una bici el flaco.
ves? yo tampoco fui a un evento asi.
Mas que los piojos o los redondos o la renga como heavy, de ahi no pase jajaja
¡Qué divertido fin de semana! A Milton lo vi en Río, plena luna de miel y el viernes te cambié la Bambies por Tamboorbeat. La próxima seguro nos cruzamos!
me mató tu finde,la envidia es verde, paso con las motos me dan miedo pero esos personajes,me encantan,zapar en medio de todo ese zoo ,apasionante.
milton me lo perdí q´lo parió,transporte al paraiso seguro.
fuerte despues encontrarse con los chicos y la rutina no? pero vale la pena .besos
¡¡alucianante loca, qué linda aventura, me encantó y me gusta mucho tu forma de escribir!! un beso
que bien que relatas lo que vivís! besos.
Cyn, para el pròximo les aviso, si?
Marìa Elena, divertido pero quedé para la internación!
Inés, las motos de lejos. Pero si, los personajes, para alquilar catalejos!
Ximena, gracias! Me encanta ser testigo en algunas circunstancias...
Horacio, la verdá, no me lo imagino a bordo de una Harley...
que bueno, mucho cuero rock and roll sos como su gimenez!!
Willowcita, pero con unos cuantos cientos de millones menos... jajaja.
Estas cosas compartidas hacen que el marimonio sea divertido. No caer en la rutina, difrutar juntos. Buenísimo como contás,
beso!
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