Acudo a los recuerdos de una que otra clase de yoga, algo de tai chi, prendemos una vela perfumada con vainilla y música de Enya, por ejemplo.
Pido silencio y comenzamos a bajar revoluciones. El niño en los primeros cinco minutos se dispersa o se "desgracia" o hace un chiste y desiste de mi clase. Pero ella persiste. Le enseño algunas posturas, respiramos, exhalamos, nos conectamos con el interior, una luz nos invade y luego se va diluyendo y creas o no, empieza a bostezar.
Para cerrar el ritual, masajes. Posición de loto, y deslizo mis yemas por esos hombros suavecitos, infantiles, tan reconocibles. Mientras le digo: imaginate un buen lugar, el mejor del mundo, donde te gustaría estar y disfrutar (mar calmo, montañas eternas, llanura en paz, pienso) sin embargo, me dice: "voy por el shopping en patines y me compro todo lo que quiero". Oriente está lejos. Muy.
7 comentarios:
genial! es genial!
¡¡me moríííí, ídola total ella, desprejuiciada y soberana, me encantó!! porsupu también su mamá que la posibilita, lindo lindo Ross, un beso.
El capitalismo y el consumismo están mucho más cerca que Oriente jajajajajaja!!!
Saludos Nosotros
Lau. Mi vida, eso es liberación para ella...
Xime... ya tenemos nuestro ashram y todo. Después se trompean para apagar las velas!
Marce y Sergio. En vez de sonido de cascadas le voy a tener que poner murmullo de shopping! Pero seguimos adelante y le damos a la cobra, saludo al sol y etcétera.
JAJAJAJA !!!!!!!!! MUNDIAL !!!!!!!!
JUAAAAAAAAAAAAAA
COMO VIENEN LOS CHIQUIS!!!!
me imagino la escena y me muero de risa!!!!!!
IM PRE SIO NAN TE!!!!!
Mi sobrina se curó así: compramos un rociador y yo hice una etiqueta que decía "Ahuyenta monstruos" pero que pareciera posta posta, se la pegamos, lo llenamos de agua con un poco de témpera celeste. Compramos estrellitas de esas fosforescentes, las pegamos en el placard, la ventana y la puerta. Y una linternita. A la noche mi hermana revisaba todo el cuarto con ella, rociaba con el ahuyentamonstruo, y le explicó que como los monstruos le temen a la luz, no se iban a animar a entrar por las estrellitas. AH, y dejaba un plato con galletitas y una campana, así si el mosntruo entraba se comía las galletitas, hacía ruido con la campana y Merlina se despertaba y lo echaba con su linternita. Fue toda una producción pero FUNCIONÓ.
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