AMBAS
Brindo por eso y por los vínculos afectivos de sangre y los elegidos.
Buen año a todos mis elegidos. Por este espacio pasan muchos.
 A todas las mamás nos pasa que hemos tenido amigas que comenzaron a parir antes que nosotras y en ese momento se produjo un click crash pump que sacudió la amistad yforzosamente pasó de las cervezas a las mamaderas. Luego los tantos vuelven a removerse y hay fluctuaciones entre partos, cumpleaños, etcétera, hasta llegar a los egresos. La cuestión es una querida amiga estaba en sus primeras etapas maternales que poco compatibilizaban con el bullicio y el alcohol(asunto que entendí luego) y pidió pista enseguida cuando llegó a mi cumple con su marido y un tercero en discordia. Semejante prólogo para llegar al Eloy. Ese Ser que vi una sola vez en mi vida y fue suficiente, más que suficiente. Esta amiga cayó a un cumple míó cuando recién había parido, venía también su marido y, de souvenir, un solterito y sin apuros, se sequiso quedar. Venía de Buenos Aires a pasar sus vacaciones y creía merecer una buena bienvenida. Dale, quedate, le dije despreocupada. Después te explicamos como volver (a la otra punta de la ciudad). La historia es que cuando le explicamos no tenía ningún sentido alerta y no quedó remedio alguno que invitarlo a quedarse hasta que amaneciera y se le pasara la borrachera. El Eloy estaría mamado pero aún en short y ojotas, su don seductor era lo último que se negaba a perder. En la cocina trataba de convencerme a mí mientras preparaba unos panchos, en el living la perseguía a una amiga para besarla. El tipo pensó: yo tiro la línea, si pica, pica. No se imaginan el tamaño de los ojos del huésped cuando se enteró que a la hora de hacer noni, yo dormiría en una cama doble con mi amiga, no había forma de convencerlo de que saliera del cuarto y sus alrededores y apartara los ratones del tamaño de unos elefantes que había hecho aparecer. Otro amigo, solidario y en su sano juicio, se arremangó y dijo: yo también me quedo a dormir, pero en un lugarcito y contra la pared, se arriesgó. O sea, tuvimos nuestro ángel guardián que se entregó a morfeo solamente con un ojo abierto.  Al otro día, el Eloy no se acordaba quién cumplió años, que hacía durmiendo en un living tan lejos de su casa y menos que menos las indicaciones para volver a lo de sus amigos pero no tuvo más remedio que subirse a un colectivo y entregarse a su buena suerte. Más tarde recuerdo que vimos Los Puentes de Madison con mis dos compinches protectores y comimos algo de lo que sobró, pero cada vez que vemos un borracho desorientado y que le da por los mimos, la memoria emotiva nos trae al Eloy como un cascotazo aunque nunca más supimos de su destino.
A todas las mamás nos pasa que hemos tenido amigas que comenzaron a parir antes que nosotras y en ese momento se produjo un click crash pump que sacudió la amistad yforzosamente pasó de las cervezas a las mamaderas. Luego los tantos vuelven a removerse y hay fluctuaciones entre partos, cumpleaños, etcétera, hasta llegar a los egresos. La cuestión es una querida amiga estaba en sus primeras etapas maternales que poco compatibilizaban con el bullicio y el alcohol(asunto que entendí luego) y pidió pista enseguida cuando llegó a mi cumple con su marido y un tercero en discordia. Semejante prólogo para llegar al Eloy. Ese Ser que vi una sola vez en mi vida y fue suficiente, más que suficiente. Esta amiga cayó a un cumple míó cuando recién había parido, venía también su marido y, de souvenir, un solterito y sin apuros, se sequiso quedar. Venía de Buenos Aires a pasar sus vacaciones y creía merecer una buena bienvenida. Dale, quedate, le dije despreocupada. Después te explicamos como volver (a la otra punta de la ciudad). La historia es que cuando le explicamos no tenía ningún sentido alerta y no quedó remedio alguno que invitarlo a quedarse hasta que amaneciera y se le pasara la borrachera. El Eloy estaría mamado pero aún en short y ojotas, su don seductor era lo último que se negaba a perder. En la cocina trataba de convencerme a mí mientras preparaba unos panchos, en el living la perseguía a una amiga para besarla. El tipo pensó: yo tiro la línea, si pica, pica. No se imaginan el tamaño de los ojos del huésped cuando se enteró que a la hora de hacer noni, yo dormiría en una cama doble con mi amiga, no había forma de convencerlo de que saliera del cuarto y sus alrededores y apartara los ratones del tamaño de unos elefantes que había hecho aparecer. Otro amigo, solidario y en su sano juicio, se arremangó y dijo: yo también me quedo a dormir, pero en un lugarcito y contra la pared, se arriesgó. O sea, tuvimos nuestro ángel guardián que se entregó a morfeo solamente con un ojo abierto.  Al otro día, el Eloy no se acordaba quién cumplió años, que hacía durmiendo en un living tan lejos de su casa y menos que menos las indicaciones para volver a lo de sus amigos pero no tuvo más remedio que subirse a un colectivo y entregarse a su buena suerte. Más tarde recuerdo que vimos Los Puentes de Madison con mis dos compinches protectores y comimos algo de lo que sobró, pero cada vez que vemos un borracho desorientado y que le da por los mimos, la memoria emotiva nos trae al Eloy como un cascotazo aunque nunca más supimos de su destino.
 Estoy en el trabajo, finde, séptimo día de laburo sin parar, recibo esto y me mata. Quiero volverme a casa, quiero quedarme con esa foto.
Estoy en el trabajo, finde, séptimo día de laburo sin parar, recibo esto y me mata. Quiero volverme a casa, quiero quedarme con esa foto. 
 Rossana Vanadía 
De nuestra Redacción
rvanadia@lavozdelinterior.com.ar
Ver a Los Fabulosos Cadillacs puede significar para muchos, ver correr la película de la juventud que aún circula. Como para otros será ver a Soda Stereo o a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Serú Girán o Riff. Desde Mi novia se cayó en un pozo ciego a la exquisita interpretación de Los condenaditos, cada momento del recital del sábado remitió a una emoción diferente.
Vos sabés fue la banda de sonido de uno que otro parto y así de normal es también cantar Vasos vacíos en la ducha. Eso es, los Cadillacs acompañan la cotidianidad de muchos contemporáneos suyos que hasta se han atrevido a hacer trencito con Sopa de caracol en una boda de lo más informal.
Por eso la alegría, el brindis y el rezo “yo no voy a la guerra, a la injusticia, a la violencia y a tu codicia: ¡digo no! ¡Digo no!” y un estadio a los saltos desgarrados.
Una banda emblemática, catártica, pasional y agitadora, eso fueron y serán Los Fabulosos Cadillacs.
En Córdoba, en un Estadio enloquecido, encarecido con cerveza y ferné mezclado con la bebida oficial –pero no la clásica–, y la armonía precisa y exclusiva de la arenga de Vicentico, el brindis del regreso llenó todos los vasos vacíos.