20.12.08

A MEDIANOCHE EL SOL RELUMBRÓ

Tenía 5, 6 o 7 años y no le escribía las cartitas a Papá Noel sino al Niñito Dios. Armábamos un pesebre gigante (para mí en ese momento) en el lugar del hogar a leña en el que nunca se encendió un leño. A veces le hacíamos un cielo de celofán al fondo, un cometa en papel brillante y el pesebre de yeso con un San José que había recuperado la cabeza a fuerza de poxipol gris. El establo tenía hasta espejo convertido en un lago donde nadaban unos patitos o cisnes inexplicablemente si esto era Jerusalén, pero era un oasis, ahora entiendo. Había un sólo camello e ingenuamente me preguntaba como se las arreglaban los Reyes Magos.
Sabía cantar "changos y chinitas duermansé" ... y tenía el simple del Topo Gigio desentonando ese villancico.
El árbol demandaba un 8 de diciembre completo y se desenvolvía con cuidado. No tenía base, buscábamos un tacho, lo forrábamos con papel navideño y le mandábamos arena y piedras para enterrar el pino que tenía una especie de plumas verdes y que todos los diciembres perdía un buen puñado. Cada adorno estaba envuelto en papel de diario, eran frágiles como una bombita de luz y para matizarlo con algo artesanal, pegábamos brillantinas sobre los jugos de naranjita pindapoy que eran una delicia. Luego venía la lluvia de nieve de algodón y de unas tiras doradas, restos de los bordes de los papeles con que mi tía imprimía marcas en las plantillas de los zapatos.
Las cenas o asados eran una puerta abierta a parientes y vecinos, chin chin, cuetes, estrellitas, rompeportones y bengalas. Ilusiones y estrellas más brillantes que nunca que se adivinaban entre las hojas de parra del patio.
A la medianoche brindábamos y luego nos abrazábamos y llorábamos. Bah, yo no entendía muy bien porqué me abrazaban tan fuerte y lloraban (¿sería por el precio del regalo?) pero ahora lloro, me abrazo a mi familia y deposito lágrimas sobre mis recuerdos y ausencias y también por el precio de los regalos.
Después de 12, mientras algún mayor nos invitaba a ver el paso del cometa, volvíamos y al pié del arbolito estaban los regalos para todos y el living se llenaba de papeles arrugados y sorpresas.
Restos de sidra y clericó sobre la mesa, los vecinos se cruzaban, la calle se inmortalizaba en besos y buenos deseos.
Nos sacábamos fotos con la Kodak Fiesta hasta que se nos agotaban los cubos del flash. Nos poníamos calzones rosas, estrenábamos vestiditos y nos colgaba la cadenita de oro.
Creo que a fines de este 2008, después de tanto tiempo, tendré la oportunidad de recuperar unos cuantos abrazos y es tan grande el entusiasmo que los planes van y vienen por mensaje de texto, mails y llamaditos.
Le vamos a poner magia. Lo hemos prometido.
(foto de entonces, mi hermano del medio y sobrinos mayores: Vero y Martín)

8 comentarios:

AndreaBruno dijo...

Siempre escribiendo tan bien, pa`variar...el fresco que hiciste de los Cadillacs es tal cual, qué bueno que se publicó

Araña Patagonica dijo...

Hermoso relato..
Me hiciste recordar mucho mis navidades Ross
La descripción del armado del arbolito fue tal cual como la vivi de chica.. hasta con los copitos de algodón..
y esas largas mesas familiares..

un beso grande y que tengas una feliz navidad

Maisa dijo...

Ay qué hermoso relato! Me recuerda mi infancia, el barrio, las calles, los vecinos, los familiares, las ilusiones, los regalitos, las sorpresas.
Que tengan Feliz Navidad!
Besos!

Adrian Pegaso dijo...

Llegaron yaaaa los reyes que'raan treeeee' Melchor Gaspar y el negro Baltazarrrrrrrrr a ropa (yo decia eso) y mielllll le llevarannn un poncho blanco de albahaca (y tambien eso) reaaalll

Que recuerdos que me trajiste y que tenia poco presentes...

Gracias por compartirlo...

Feliz navidad para vos, el flaco y los gurrumines...

Bexos
Ad

NO PUEDO PARAR dijo...

tal cual .... fantastico,el arbol de plumas,y acordate los vecinos cortaban la calle y se armaban unos bailongos tremendos hasta la madrugada,y despues de doce todos los chicos saliamos con los regalos a la vereda a mostrarnos lo que el niño dios habia traido,dos recuerdos imborrables,uno no tan lindo cuando el niño me trajo una enciclopedia de 12 tomos inmensos,como salir a la vereda con los libros un horror!!!! todos salian con la bici autitos muñecas ...
otro fantastico el niño dios me trajo zapatos blancos (el regalo era un embole ) pero me escribió una carta!!!! en la boleta de los zapatos por si tenia que cambiarlos!!! una carta para mi!! era fabuloso!!

Vivi Briongos dijo...

Me hiciste moquear... Bah... ta bien... me cuesta poco!
Che... si no fuera por ese montón de kilómetros de distancia, creería que eras mi vecinita de al lado!!!!!!!
A que vos no tenías calle de tierra, eh? eh???
Besossssss y un millón de felicidadesssssssssss!

Rossana Vanadía dijo...

Gracias, Bruno, si vieras el gordis Vicentico, lo asamo y lo comemo en do hora.
Andre, no se puede negar nuestra contemporaneidad.
Mai, feliz navidad y lindos regalitos"!!!
Adri, te imagino ruuuuuuubio cantando eso y en un pesebre con ponchito cagao e calor. Te quiero baby, felices fiestas y saludos a mami.
Ine, a mi hija le llego a regalar eso y me revolea tomo a tomo. Igual, festejemos.
Turquis y vos me hiciste moquear con ese relato del mail. Capaz que fuimos vecinitas estelares, che. Claro, las vecinas venían a ver nuestro pesebre capo, loca.

Verónica Tirados dijo...

Bueno Ro, como sabes: lloro...jaja.
Ya se me extendió demasiado esto del llanto, pasé de las fiestitas de la escuela sin escalas al tema de las fiestas ... Hermoso tu relato, como siempre.
Gracias por poner palabras tan lindas, gracias por compartirlo, gracias por este contacto blogero, muy bueno encontrarte.
Y vaya a ponerle magia nomás y a disfrutarlo...

Vero