Martín me convirtió en tía abuela (casualmente mi debut de tía de 7 años fue cuando también él nació). Así pasé a recibir otro título más en este 2009 con tantos altibajos y una pena tan honda.
Pero llegó Loriana Verónica y cuando la noticia traspasó el océano se oxigenó el aire poblado de partículas de dolor. Los porqué y los cuestionamientos circulan por mi mente y mi corazón en todo momento y lugar y se fusionan ante la sorpresa de esta vida nueva.
Para ellos mis mejores augurios, abrazos, besos y deseos de sentir olorcito y ruidito de bebé. Barcelona, tan lejos (tan cerca)
7 comentarios:
bellos ambos.. y esa manito....!!!
felicitaciones, tía abuela!
Bellaaaaaaaaaaaaa...
La vida es así de loca, no?
Un hermoso mimo para estos días tristes.
Besos
Constanza, muero por las manitos de bebés.
Gaby... si....
Ana.... El mejor mimo, pero que lejos está!
La cara de papá orgulloso es un puema. Yo también quiero olorcito y ruiditos...
linda, qué rara es la vida
Sil, cuando chateamos, me salpica.
Lau, es todo tan confuso y emotivo a la vez. Ojalá pudiera ir a Barcelona. Voy a ir, algo tengo que hacer para ir!
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