29.3.10

DUELO, PALIATIVOS Y TRAMPITAS

Estuve leyendo un libro, Salir del duelo de Anne Ancelin Schutzenberger. En resumen, quedé atónita al ver la cantidad de duelos que sumamos sin detenernos ni analizar, muertes, rupturas, despedidas, dolores... Sustantivos concretos y abastractos que quedan tendidos en la soga en medio de la tormenta.
¿Falta de tiempo o de ganas de sumergirnos en el dolor que provocaría saber cuánto sufrimos? Sólo pensar eso da tela para cortar. Pero como esta mujer se la ha pasado pechando a la vida, te da unos truquitos para que no te la pases tan mal, para pensar que claro, la vida sigue y es posible.
"Para superar el cansancio, el estrés, el desaliento, la angustia, el sentimiento de inseguridad consecutivos a toda pérdida y luchar contra la deresión, es indispensable permitirse un mínimo de cuatro cosas placenteras por día..." Es una invitación a disfrutar de los placeres, de cosas agradables y simples: como hacer un llamado (cuántas veces posponemos esos llamaditos, no?), un bomboncito, leer, ver una peli a solas...caminar porque sí, jugar...
Hace un tiempo, a pesar de reconocer mi gusto por el "disfrute", me he propuesto hacer uso de ese recurso. 
En principio, me compré un cuaderno con tapas duras, algo también reprmido (terminaba usando los cuadernos a mano) que en la tapa tiene dibujitos de perros y allí los anoto. Por ejemplo ayer me junté con mis ex compañeros de facultad y la pasé muy bien, luego vi una película (Hachiko, siempre a tu lado) con Richard Gere, de esas lentas y sentimentales y comí rico. Pequeños gustos que pueden ser grandes. Mimos, autosatisfacción. Es hora de no esperar que la felicidad sea proporcionada o encontrada en los demás. Es sólo tuya y es una suma...¿Autoayuda? Si no te autoyudás vos, nene, es preciso empezar por algo, que más da.

3 comentarios:

Sara Ham dijo...

Tenes razón en que hay que fomentar la cultura del disfrute. ¿Por que será que habiendo tantas cosas chiquitas que nos dan placer nos resistimos a usarlas?. Felicitaciones!!! Y a seguir disfrutando...

Gaby dijo...

Una de las desconocidas amigas en el facebook, hoy puso algo parecido en su muro. Propuso recordar en familia, o con quien sea, por lo menos una cosa del día por el que estemos agradecidos...porque por ahí, en el medio de tanto apuro, de tanta cosa, nos olvidamos conectarnos con lo más íntimo de nosotros, doloroso o bello...
Me gustó tu post...y en contra de lo que opinarían muchos de mis colegas, si los libros de autoayuda ayudan, en buena hora que existan!

Rossana Vanadía dijo...

Sarah, la cultura de la culpa y la negatividad es lo que hemos heredado. A aprender lo otro también!
Gaby, está bueno eso. Por ahí repuntás. No es de autoayuda el libro pero, entre los consejos para salir de los pozos, te da ese, como paliativo para revalorizar cosas que ante la inmensidad de un duelo, uno abandona. Me explico? Aparte es cierto, de todos aprendemos algo o no. Pero que más da?